- Colombia: en el primer semestre del 2020 se registraron 113 casos de suicidios en personas menores de 18 años, 1 cada 38 horas.
- Durante el 2019, se reportaron 3.533 casos de intento de suicidio; aproximadamente 83 por día; los departamentos con mayor número de suicidios de niñez indígena fueron Vapués y Risaralda.
- El promedio de edad de los suicidios en niñas, niños y adolescentes es de 5 a 17 años de edad.
- El estado colombiano destinan solo el 3% del presupuesto para temas de salud mental y programas de salud referente a prevención del suicidio.
De acuerdo a un informe de las Naciones Unidas, el suicidio es la segunda causa de muerte en los adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años de edad; asimismo, aproximadamente 264 millones de personas sufren depresión en todo el mundo, cifra que tiende a acrecentarse con los efectos de la pandemia COVID-19. [1]
Ante este contexto, la coalición Alianza por la Niñez Colombiana, en coordinación con la iniciativa #TejiendoRedesInfancia en América Latina y el Caribe, cofinanciada por la Unión Europea; como parte de la estrategia #NiñezPrimero, realizó el webinar: ¿Cómo enfrentar las condiciones que rodean la salud mental y el suicidio de la niñez?
En sesión, las y los panelistas hablaron sobre los efectos de la pandemia COVID-19 en la salud mental de las personas, y refirieron que las cifras de suicidio infantil y adolescente continúan en aumento; por ello, reflexionaron al estado a destinar mayor presupuesto para implementar programas de salud mental.
Al respecto, Gloria Carvalho, representante de la Coalición Alianza por la Niñez Colombiana, explicó que durante el periodo 2015 a 2019 se reportaron cerca de 1.322 suicidios de niñas, niños y adolescentes; es decir 1 cada 30 horas. De igual manera durante el primer semestre del 2020, periodo que incluye el confinamiento, se reportaron 113 casos de suicidios en personas menores de 18 años, 1 cada 38 horas en Colombia. [2]
Sobre estos datos, Carvalho, resaltó que el promedio de edad de los suicidios es de 5 a 17 años de edad. “Es imprescindible generar la difusión de conocimiento, no solo frente a la situación que rodea el fenómeno del suicidio, sino de poder saber cuáles son los elementos y herramientas que se pueden manejar para esta problemática”.
En ese sentido, Elke Franke, representante Vientos Culturales, indicó que esta problemática también está presente en las áreas rurales; sin embargo no es visible por el tema cultural o porque los medios de comunicación consideran el hecho poco relevante; situación que ahonda la problemática e impide buscar estrategias de prevención. “Cuando una persona se suicida, es porque no puede sobrellevar conflictos o eventos que le afectan, esa falta de resiliencia está asociado con la identidad (…) debemos tener una colaboración intersectorial para tender la problemática del suicidio”.
Sobre el tema, la experta Nubia Bautista, delegada del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, señaló que el suicidio responde a problemas estructurales como el acceso a salud, limitaciones en la calidad de vida, desempleo, desigualdad e incluso cambio climático, y recordó que durante el 2019, se registró 3.533 casos de intento de suicidio, cerca de 83 por día; los departamentos con mayor número de suicidios de niñez indígena fueron Vapués y Risaraldo.
Asimismo, añadió que en el contexto de la pandemia COVID-19, la pérdida de un familiar o alguien cercano a la familia puede constituirse en un detonante para una niña o niño opte por el suicidio. “Hablar del suicidio no es inducir al suicidio, es hablar de las emociones de la tristeza, preocupación angustia, esto es reparador para salud mental (…) hay que aprender a escuchar y hablar de las necesidades del otro”.
En ese entendido, Elizabeth una niña de Colombia, explicó que la pandemia COVID-19 generó cambios en la vida de las niñas y niños, como problemas en la salud mental, sentimientos de inseguridad, frustración por la interrupción de las actividades escolares, miedo por el incremento de la violencia, entre otros. “Antes de la pandemia me gustaba ir al colegio, a los cumpleaños, cines, visitar amigos o familiares (…) vivir todos estos cambios al mismo tiempo genera estrés y sin la unión familiar puede causar que los niños se sientan tristes, desesperados, solos y sin apoyo lo que los hace pesar en quitarse la vida como forma de salir de todo el sufrimiento que viven”.
Con relación a estos datos, Miguel Malo, representante de la Organización Panamericana de la Salud México, manifestó que el suicido infantil, en algunos casos, está asociado a la violencia en hogar; por ello, subrayó la importancia de implementar o fortalecer los programas de salud.
Malo añadió, que actualmente es estado solo destina el 3% del presupuesto en temas de salud mental y 80% en hospitales psiquiátricos. “El suicidio es un problema de salud pública y se le tiene que dar un abordaje desde esa perspectiva; tiene que ser un compromiso de los gobiernos abordar este tema (…) el suicidio se puede prevenir, paro hay que hablar y dejar de estigmatizar los problemas que están alrededor del comportamiento suicida”.
Respecto a otros factores que llevan al suicidio, el experto Jorge González de la Universidad San Buena Ventura de Bogotá, Colombia, indicó que el divorcio de los progenitores, la mala relación con las madrastras o padrastros y el acoso escolar, son elementos que también afectan la salud emocional de un niño o niña; en ese sentido, señaló la importancia de estar alertas a los signos de suicidio, como: expresiones verbales o escritos que hagan referencia la muerte, falta de deseos de vivir, dejar bienes preciados o cambios trascendentales de conducta. “La academia, las universidades, colegios y todas las entidades educativas tenemos la gran responsabilidad; hablar del tema de una manera respetosa y haciendo estudios que nos permitan trabajar sobre esta problemática”.
Finalmente, Juan Martín Pérez García, Coordinador de la Iniciativa #TejiendoRedesInfancia en América Latina y el Caribe, manifestó que aún existen dificultades para visibilizar la problemática del suicidio en niñas y niños; por ello, enfatizó la necesidad de abordar el tema para analizar las causas y plantear estrategias que permitan reducir los índices. “Se siente mucho dolor detrás de estos datos, son proyectos de vida, son personas que a muy temprana edad se ven orilladas a tomar una decisión determinante y fatal, no debemos perder de vista que detrás de cada número estamos hablando de una niña, niño o adolescente”.
[1] ONU/informe sobre los efectos de la COVID-19 y la salud mental.
[2] Informe sobre suicidios e intentos de suicidios en niñas, niños y adolescentes.
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Contacto de prensa: Verónica Morales, Oficial Regional de Comunicación/ [email protected]
Acerca de:
#NiñezPrimero es una estrategia brinda orientación para la atención de la niñez y adolescencia en situaciones de emergencia.
#TejiendoRedesInfancia, es un proyecto cofinanciado por la Unión Europea que busca contribuir al fortalecimiento y consolidación de una plataforma de defensa de la niñez y adolescencia en 19 países de América Latina y el Caribe. El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva de Derechos Infancia México A.C. / #TejiendoRedesInfancia y en ningún caso debe considerar que refleja los puntos de vista de la Unión Europea.
Imagen: Francisco Gonzalez on Unsplash