EXTRACTO
La niñez posee una capacidad de conmovernos que sólo alcanzamos a dimensionar cuando el sufrimiento, la tristeza o la miseria aparecen ante nosotros a través del rostro de un niño. Nos inquieta ver a un pequeño llorando y nos estremecemos cuando conocemos historias de abandono o cifras exorbitantes que dan cuenta del maltrato que padres ejercen sobre sus hijos.
Y es justamente por su efectividad que estas representaciones se emplean para sensibilizar a la población sobre determinados problemas. Pero lo que aquí proponemos es mirar a los protagonistas de esas imágenes, más allá de su condición de niños, en su calidad de personas.
Queremos invitarlos a incorporar una perspectiva respetuosa y dignificante de la infancia y la adolescencia, que sea capaz de ponerse en el lugar del otro, sin importar la edad que éste tenga. Sólo así podremos distinguir en el ejercicio diario de nuestra profesión cuándo protegemos a nuestros niños y cuándo con nuestro trabajo y, muchas veces sin darnos cuenta, los vulneramos y los exponemos.
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AUTORES: Oropesa Celedón Fabiola, Ramos Vega Rosmary y Sánchez Rojas Alicia. ONG Raíces. Suecia, 2009.