- El 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró al 2021 como el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil.
- El número de niñas y niños en situación de trabajo infantil se eleva actualmente a 160 millones en todo el mundo, tras un aumento de 8,4 millones en los últimos cuatro años, y varios millones de niños más se encuentran en situación de riesgo debido a los efectos de la COVID-19.
El número de niños en situación de trabajo infantil se eleva actualmente a 160 millones en todo el mundo, tras un aumento de 8,4 millones en los últimos cuatro años, y varios millones de niñas y niños más se encuentran en situación de riesgo debido a los efectos de la COVID-19, según se desprende de los resultados de un nuevo informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF.[1]
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la Iniciativa Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, realizó el Webinar ¿Cómo enfrentar los desafíos para el trabajo infantil desde la sociedad civil? con la participación de expertas y expertos latinoamericanos.
El evento virtual fue moderado por Juan Martín Pérez García, Coordinador Regional de la iniciativa. En su primera intervención, mencionó que pese a la reducción en la cifra respecto al trabajo infantil en las últimas décadas en América Latina y el Caribe, a consecuencia de la pandemia mundial por Covid-19, madres y padres de familia han perdido empleos e ingresos familiares, afectando a niñas, niños y adolescentes que como una necesidad de supervivencia se unen al trabajo infantil, por lo tanto, es importante escucharles y reconocer su derecho a la participación.
Durante la intervención de Nadia Cruz, Defensora del Pueblo en Bolivia, compartió que algunas sociedades latinoamericanas integran las actividades propias de trabajo, incluido el trabajo infantil, como parte importante de la organización comunitaria, que aporta a la cultura y a la economía familiar, manteniendo una postura firme de rechazo a las peores formas de explotación infantil.
Isaac Ruiz, del Centro de Estudios Sociales y Publicaciones Marcha Global (CESIP) en Perú, apuntó que, como parte de las cifras presentadas por la OIT, se destacada el aumento de trabajo peligroso, que perjudica el desarrollo, la integridad y el futuro de la niñez. Algunas de las actividades productivas que representan un riesgo para las infancias son: la minería, la agricultura y el contacto con agroquímicos o la venta de productos en la calle con largas jornadas, ante lo cual el Estado debe de actuar como garante de derechos.
Para la activista Nadia Cruz, es importante hacer diferenciación entre explotación infantil y las actividades económicas que niñas y niños puedan realizar de forma organizada, acompañada y bajo protección para abonar a la economía familiar.
Nadia, adolescente boliviana y activista por los derechos de la infancia, enfatizó que la pandemia por coronavirus ha afectado los derechos de las familias trabajadoras con pérdidas económicas importantes, situación que ha contribuido a que las y los estudiantes abandonen sus estudios para poder trabajar y aportar a la economía familiar, por lo tanto los Estados deben de impulsar políticas publicas que sí alcancen a la población vulnerable.
Al respecto, Juan Martín Pérez refirió que más allá de la normativa de políticas públicas, el factor de la institucionalidad hace que las leyes no se cumplan o se cumplan parcialmente y las y los funcionarios pueden actuar contrario a los derechos con prácticas documentadas de limpieza social y discriminación hacia las familias más pobres. “El foco no está en las familias que involucran a niñas, niños y adolescentes a actividades productivas, sino en el Estado que no está generando las políticas públicas necesarias de acompañamiento”, recalcó.
Hablar de prohibición del trabajo infantil trae como consecuencia no mirar, no trabajar en la prevención, desde la garantía de derechos, contemplando la diversidad de situaciones que viven las infancias en torno al trabajo infantil, subrayó Nadia Cruz.
Isaac Ruiz señaló que ante la evidencia de que el desempleo, la pobreza y la exclusión educativa alientan el trabajo infantil no protegido, es necesario fortalecer las políticas de protección familiar, económicas y de educación pública, garantizando los derechos de niñas, niños y adolescentes, más allá de la prohibición e invisibilización.
“El paso no es eliminar el trabajo infantil, es ir contra de la explotación y buscar normas de acompañamiento, el estado debería de generar mayores apoyos de empleo”, dijo Nadia Cruz,
Finalmente, Juan Martín Pérez concluyó el evento recordando la importancia de escuchar a niñas, niños y adolescentes trabajadores para eliminar la explotación laboral con políticas publicas progresistas y no a través de la persecución a familias pobres.
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Ollin.TV es un canal de televisión por Internet creado como parte de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe una iniciativa cofinanciada por la Unión Europea, que busca contribuir al fortalecimiento y consolidación de una plataforma de defensa de la niñez y adolescencia en 20 países de América Latina y el Caribe.
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[1] https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_800096/lang–es/index.htm