- Jóvenes Latinoamericanos, ex funcionarios, investigadores y expertos en el tema hicieron un balance de las consecuencias que ha dejado el cierre de las escuelas, por el coronavirus.
- Se registró cifra del incremento de la violencia en el hogar, se agudizó la brecha digital, salud emocional de las y los estudiantes se ha visto afectada.
A más de año del cierre de las escuelas en la región Latinoamericana y Caribeña, a causa de la pandemia por Covid-19, organismos internacionales han llamado a las autoridades de la región a elaborar estrategias para lograr un retorno a las aulas seguro, gradual y participativo. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que el mundo enfrenta una “catástrofe generacional” debido al cierre de escuelas, en medio de la pandemia de coronavirus.
Durante el Webinar, Juan Martín Pérez García, Coordinador Regional de la iniciativa Tejiendo Redes Infancia para América Latina y el Caribe, recordó que el cierre de escuelas ha planteado un escenario difícil, con impacto directo en la vida de niñas, niños y adolescentes; maestras y maestros, y para la vida familiar
Patricia Vázquez Del Mercado, ex secretaria de Educación del Estado de Puebla, en México e investigadora, mencionó que aún no existen datos contundentes y rotundos respecto al impacto que ha tenido para las y los estudiantes el cierre de las escuelas, como una medida de confinamiento; pero, aseguró que sí existe evidencia sobre tres aspectos fundamentales que se han visto afectados en la vida de las infancias y las juventudes: la salud socioemocional, la perdida de sentido de pertenencia, y la identidad. Reconociendo que también existen algunos efectos positivos para la vida familiar, que tiene la oportunidad de desarrollarse en un ambiente sano, siendo el confinamiento una vía para la convivencia y la reintegración familiar.
Se contó con la participación de Diana Laura, integrante del Colectivo #EvaluaciónJusta, un grupo de jóvenes con diferentes realidades sociales y educativas, que han trabajado para que sus voces y opiniones sean escuchadas por autoridades y la sociedad. Diana afirmó que la grave crisis de educación que se vive en México, se agudizó con la pandemia, y tendrá consecuencias graves, como la deserción escolar, el crecimiento de la brecha digital, el bajo nivel de aprendizaje, debido a la falta de apoyo por parte de autoridades educativas y gubernamentales. “Los estudiantes no están teniendo un aprendizaje provechoso; en 2018 el 80 de los estudiantes en nivel básico no tenían conocimientos básicos de compresión escrita y oral, esto es de preocupación y hay que poner atención”, dijo.
Desde Argentina, Máximo de 19 años, reconoció que en su país se ha vivido una experiencia educativa diferente a la de México, aunque las clases presenciales sí fueron suspendidas, las escuelas permanecieron abiertas como un centro de distribución de alimentos, materiales educativos y herramientas tecnológicas; siendo estos espacios una vía de acompañamiento y cercanía entre el personal educativo, niñas, niños y adolescentes y familias. Para Máximo, una de las consecuencias mas marcadas, es la falta de un espacio físico para generar comunicación, interacción e intimidad entre las juventudes, quienes han tenido que adaptase a construir estos espacios en el terreno digital. Sobre los retos que representa pensar en la reapertura de las escuelas en América Latina y el Caribe,
Máximo consideró que será necesaria mayor capacitación para enfrentar los rezagos de la educación virtual y tendrán que evaluarse las opciones de movilidad segura en la zona.
Sobre las experiencias de aprendizaje que debería dejar la pandemia, la ex funcionaria y académica Patricia Vázquez Del Mercado, aseguró que se tiene que pensar en una estrategia que resuelva conjuntamente el tema de la educación y la salud; “hay que insistir en los riesgos que implica regresar a la escuela sin las medidas básicas para evitar la propagación del virus”.
Pese a la crítica situación en al ámbito académico y emocional que han enfrentado las y los estudiantes de la región latinoamericana, la resiliencia los ha llevado a experimentar nuevos aprendizajes; para Diana del colectivo #EvaluaciónJusta la pandemia ha sido una oportunidad de poder reunirse a distancia con otros jóvenes, intercambiar información, enaltecer sus voces y juntos fortalecer sur argumentos, al momento de exigir y cuestionar a las autoridades. Máximo, en Argentina, coincidió en que la virtualidad ha sido una forma de vincularse con el otro y compartir intereses en común, pero sobre todo ha aprendido a no sobre exigirse, en medio de condiciones que afectan su rendimiento académico.
Como conclusión Juan Martín Pérez de #Tejiendo Redes Infancia, reconoció que las escuelas son un espacio de socialización, y se debe de repensar en la forma de recuperar la comunicación entre familias, docentes y estudiantes; como se ha hecho en sitios públicos como bares y restaurantes, no pensar en esta posibilidad en las escuelas, representa un trato desigual, reflexionó. Aseguró que pensar en un retorno gradual, seguro y participativo a las escuelas implica contar con la vacunación a maestras y maestros; cambiar la mirada adultocéntrica con la que se han retomado las actividades en la región.
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