El periodismo requiere que quienes lo ejercen estén en constante reflexión sobre el ejercicio de su profesión. Quienes nos encargamos de informar, debemos estar en disposición a abrir nuestras mentes y reflexionar permanentemente sobre nuestro trabajo y así evitar convertirnos en autómatas del oficio, seres que escriben por inercia y de forma casi inhumana sobre los dramas que día a día debemos informar en una sociedad tan desigual, tan inmadura y tan joven.
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